



Formalismo Alimenticio
Formalismo territorial es una investigación que parte de la premisa de que la estructuración del territorio se produce a través de la fragmentación del espacio natural con fines de explotación. Dicho proceso se manifiesta tanto en la agricultura intensiva y el monocultivo como en la especulación inmobiliaria, donde la subdivisión del territorio restringe progresivamente las posibilidades de acceso a él. En este gesto se extrema la voluntad de control humano sobre la naturaleza, racionalizándola mediante una erosión geométrica y estructurada que dibuja la superficie del planeta en la actualidad.
El conjunto de trabajos que integran Formalismo territorial se articula desde 2012, tomando como punto de partida la obra Metro cuadrado situacionista, y desarrollándose a través de una serie de piezas que reflexionan sobre el acceso a esta retícula territorial. Obras como Vivir sin tierra, Partial View, Follow the line, la serie fotográfica Landscape – Inc y Formalismo alimenticio evidencian, desde diversos medios, cómo ha operado históricamente la necesidad y obsesión humana por controlar la naturaleza. En la actualidad, esta se concibe como un bien de consumo privado o de acceso restringido, lo que contribuye a los desastres ecológicos contemporáneos, reflejados en fenómenos globales como el cambio climático.
Estos trabajos, reunidos bajo la noción de degradación y erosión como dibujo territorial, proponen una lectura estética y formal del paisaje: una geometrización matemática que suplanta las formas propias de la naturaleza, imponiendo hitos y límites derivados de la retícula matemática introducida por las medidas del orden colonial occidental.
El proyecto también dialoga con los legados de la modernidad artística, en particular con la obsesión reticular de las vanguardias formalistas, abstractas y conceptuales de la primera mitad del siglo XX. De este modo, establece vínculos entre las inquietudes de la abstracción geométrica y los procesos históricos de transformación de la agricultura y la geografía, en contextos industrial y postindustrial. La mecanización y la aparición de máquinas y herramientas de precisión aceleraron la construcción —y simultáneamente la destrucción— de los paisajes.
La poética que emerge de esta estructura de posesión e imposición sobre el territorio se vincula, en sus orígenes, a procesos violentos de ocupación y masacre en contextos latinoamericanos, africanos y asiáticos. Sin embargo, su proyección genera también una dimensión estética próxima a la ciencia ficción: desiertos donde sólo subsiste una forma de vida, territorios sometidos a la erosión extrema y a la eliminación sistemática de sus ecosistemas. Estos espacios devienen laboratorios geométricos artificiales, invisibles a ras de suelo, pero evidentes en el análisis satelital, donde se revela la trágica relación entre matemáticas y paisaje.
Fotografías: Jorge Brantmayer /Andrés Vial.




