La única tierra que conoces es la que tienes en las uñas.
Serie de video/performance que se ha ido realizando desde el año 2019, teniendo como primera instancia de realización y reflexión la residencia de investigación curatorial en el Centro Huarte, cerca de la ciudad de Pamplona. Desde entonces, en el transcurso de cada proceso de reflexión y producción de los distintos conjuntos de obras que han surgido, aparece la necesidad de realizar un trabajo/reflexión sobre el hacer mediante la utilización del cuerpo. En una estrecha relación con la cotidianeidad, esta, a su vez, está vinculada a los asuntos asociados a las investigaciones que desarrollo en cada pesquisa. El hacer y las manos, en la cotidianidad de vivir en el campo, son conceptos que difícilmente pueden disociarse. Desde ahí, surge en cada momento y etapa un ejercicio de atención sensible respecto de las manos y algún material relativo a los motivos que impulsan las investigaciones, instalando unos tiempos en el espacio de la improductividad a propósito de un gesto mecánico que no tiene un fin medible desde la lógica del trabajo y el capital.
“Si olvidamos el arte y tomamos la naturaleza como modelo o punto de partida, quizás quepa concebir una forma distinta de arte que pase, en primer lugar, por crear una molécula de materia sensorial a partir de la vida cotidiana: el verde de una hoja, el sonido de un pájaro, el tacto de unos guijarros rugosos bajo el pie, el aleteo de una mariposa que pasa. Cada una de estas impresiones sensibles se produce en el tiempo y en el espacio y es perfectamente natural e intuitivamente flexible. A partir de un suceso tan rudimentario, y sin embargo maravilloso, podremos elaborar un principio que rija los materiales y la organización de una manera creativa. En primera instancia reconocemos cualquier experiencia o contenido, sea cual sea. Luego, yuxtaponemos esos materiales- pueden ser conocidos o inventados << concretos o abstractos>> - para armar la estructura y el cuerpo de nuestra propia obra.”1
1“Entre el arte y la vida”, Allan Kaprow.